domingo, 4 de julio de 2010

La necesidad de una pedagogía activa

Hoy en día se exige a los docentes la implementación en su práctica diaria de una pedagogía activa. Sin embargo, no siempre existe claridad acerca de qué significa esto para el trabajo cotidiano en el aula. En este documento encontrarás orientaciones sobre qué es y qué implica asumir la pedagogía desde una perspectiva activa.

La relación pedagógica enmarcada en las prácticas tradicionales, a pesar de la renovación de enfoques que centran el proyecto educativo en el alumno, permanece en algunos casos dominada por las metodologías propias de la transmisión.

La actual necesidad de dar solución a los desafíos de la calidad y equidad debe reflejarse en una didáctica que desarrolle dinámicamente escenarios para la acción del alumno o alumna en la elaboración del conocimiento.

Una didáctica de este tipo debe atender a:

  • Motivar, valorando el contexto y el sentido del aprender, valorizando el carácter personal del aprendizaje;
  • Informar, considerando la importancia del desarrollo anterior del conocimiento y los recursos a disposición (en lo ambiental, materiales, textos, tecnologías, etc.);
  • Activar las competencias de complejidad mayor, para favorecer el cambio conceptual y no exclusivamente el aumento de datos a almacenar;
  • Interactuar entre el ambiente y los pares, de manera de favorecer el trabajo cooperativo de construcción de los conocimientos, con apoyo y feed-back, y
  • Producir y materializar un proyecto personal, ligado a valorar el rol de la reflexión en el aprendizaje.

A partir de estas intenciones, estamos caracterizando la opción de una pedagogía activa como la oportunidad para centrar el trabajo de aula en la generación de condiciones para que el estudiante sea el centro real de la producción de conocimiento.

Este tipo de pedagogía resulta más relevante aún si las demandas a la educación exigen que en las aulas se trabaje la disposición a la autonomía, a la respuesta creativa frente a la incertidumbre y las habilidades y conocimientos para desenvolverse con calidad en el complejo mundo de la sociedad del conocimiento.

Los métodos(1) que pueden favorecer objetivos pedagógicos como los anteriores, en el aprendizaje de los alumnos y alumnas, se deben adecuar a las condiciones propias de cómo se aprende(2), y deben ofrecer:

  • Recursos variados;
  • Condiciones de relacionarlos con el contexto personal del estudiante, generando aprendizaje significativo;
  • Capacidad de movilizar capacidades o competencias de alto nivel, estableciendo relaciones, fundamentando juicios de valor, formulándose preguntas y abordando problemas;
  • Disposiciones a interactuar entre los distintos actores de la relación pedagógica;
  • Conducción a la producción de algo personal y estimable: nuevos conocimientos, relaciones, objetos, etc.;
  • Capacidades para alcanzar los objetivos y superar la barrera de la entrega de información o de reglas o instrucciones a seguir, llevando el aprendizaje a esferas donde las actitudes y los comportamientos requeridos en una sociedad en modificación se activan, de manera de atender a saber ser, saber hacer y saber enfrentar el devenir.

(1) Métodos: conjuntos de actividades ordenadas y racionales que determinan la manera de trabajar y las formas de intervención en la situación de enseñanza- aprendizaje en función de los logros de los objetivos.
(2) Aprender: este concepto se relaciona con los enfoques que podamos tener acerca de las capacidades y tipos de comportamientos modificables en la actividad educativa.

FUENTE: http://www.educarchile.cl/portal.herramientas/planificaccion/1610/article-92199.html

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