domingo, 1 de septiembre de 2013

martes, 22 de enero de 2013

Las personas con autismo tienen deteriorada la coordinación de la actividad cerebral local


"Un estudio realizado por el Hospital General de Massachusetts (MGH) ha descubierto que la conectividad local funcional del cerebro, es decir, la medida en que la actividad del cerebro en una región pequeña parece ser coordinada, se reduce en las personas con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA)."

“La conectividad funcional refleja las conexiones que realmente juegan un papel en el tratamiento de la información en la corteza cerebral”, señala Tal Kenet, autor principal del estudio. Y pone como ejemplo: “Imaginad que el cerebro es como una orquesta. Cuando los violines se coordinan con las maderas y las trompetas con las violas, la orquesta tocará en armonía, que es una versión de conectividad funcional local de largo alcance”
Así, explica que lo que comúnmente se cree sobre el autismo es que, la “orquesta” no tiene muy buena coordinación entre las secciones, pero que, los “instrumentos” dentro de las secciones se coordinan muy bien entre sí, como si estuvieran tocando su propia melodía independientemente del resto de la orquesta. “Hemos encontrado que es todo lo contrario. Es como si cada violín estuviera tocando de manera independiente, no sólo del resto de la orquesta, sino de todos los otros violines”, resume.
Dado que las distancias involucradas en la comunicación entre neuronas cercanas o grupos de neuronas están en una escalera de milímetros a centímetros, ha sido muy difícil el estudio de la conectividad local a través de métodos de imagen no invasivos.
El equipo de investigación utilizó magnetoencefalografía (MEG) una técnica que detecta la ubicación, así como la temporización de la actividad cerebral con alta precisión, para medir los ritmos cerebrales de 17 hombres jóvenes diagnosticados con TEA, y en 20 voluntarios con historias típicas de desarrollo neurológico, mirando imágenes de caras y casas.
Como era de esperar, los participantes no afectados de TEA tuvieron mayor conectividad de largo alcance funcional que los participantes con autismo. Contrariamente a las suposiciones anteriores, los participantes con autismo también redujeron la conectividad funcional local.

Fuente:

martes, 3 de enero de 2012

Un nuevo método para facilitar el lenguaje en niños no verbales con autismo

Alrededor del 25% de los niños con autismo no son verbales, es decir, no poseen lenguaje oral. Con ellos se usan sistemas de comunicación alternativa, sistemas basados en pictogramas, comunicadores digitales, agendas, lenguaje con signos …, etc. Y ciertamente uno de los grandes deseos de las familias es que el niño o niña tenga algo de lenguaje oral. Y aunque la comunicación no siempre está ligada al lenguaje oral, la obtención del mismo representa un hito en la adquisición de otras habilidades del niño.
El 29 de Septiembre se publicó en la revista Plos One un artículo de investigación que les va a interesar mucho si su hijo no tienen lenguaje verbal. El artículo titulado “Auditory-Motor Mapping Training as an Intervention to Facilitate Speech Output in Non-Verbal Children with Autism: A Proof of Concept Study” nos habla precisamente de un nuevo sistema para promover el lenguaje verbal. Normalmente, la adquisición de lenguaje verbal en niños o niñas con autismo, es siempre un muy buen indicador de la progresión. El propósito de esta investigación ha sido validar la capacidad de un nuevo sistema para conseguir que el niño inicie el proceso verbal.
Durante la terapia de AMMT
Auditory-Motor Mapping Training” (AMMT) es el curioso nombre que tiene el procedimiento que ha sido desarrollado por el “Beth Israel Deaconess Medical Center” (BIDMC) y se basa en la capacidad y calidad auditiva que los niños con autismo tienen al oír música. Según la Doctora Catalina Wan -autora principal de este estudio e investigadora del “Music and Neuroimaging Laboratory of BIDMC’s Department of Neurology” y del “Neurology at Harvard Medical School (HMS)”- a pesar de la gran cantidad de niños no verbales no existen demasiados sistemas destinados a favorecer y ayudar el inicio del habla. El AMMT se basa en una combinación de entrenamiento motor y auditivo, de forma que aprovecha las capacidades inherentes a los niños con autismo para poder involucrar otras áreas de interés y a su vez activar determinadas zonas del cerebro relacionadas con este tema. Según Gottfried Schlaug -Director del Laboratorio de Música y Neuroimágen del BIDMC y profesor asociado de Neurología en la Escuela de Medicina de Harvard- el desarrollo de este sistema está ligado a un sistema usado previamente en pacientes que habían tenido accidentes cerebrovasculares con un resultado de afasia y perdida de las capacidades verbales. Este sistema previo se basaba en la terapia de entonación melódica que había dado muy buenos resultados.
Para iniciar el estudio se seleccionaron a seis niños -del área metropolitana de Boston- no verbales con autismo y con edades comprendidas entre los 5 y 9 años. Cada niño recibió 5 sesiones semanales de AMNT durante ocho semanas, hasta llegar a 40 sesiones. Y tras estas sesiones los niños presentaron sus primeras capacidades verbales, siendo esto un paso crítico en el desarrollo futuro de los niños. Quisiera recalcar que el desarrollo del lenguaje está íntimamente ligado al desarrollo de la inteligencia (tal y como la conocemos), es por ello muy importante que el niño pueda adquirir la capacidad de la comprensión correcta del lenguaje para mejorar en otras áreas que están íntimamente relacionadas. En niños que han superado la temida barrera de la adquisición del habla, este sistema puede representar una pequeña revolución que ayude a seguir rompiendo viejas creencias.
El sistema se basa en la combinación de una entonación determinada acompañada por el sonido de un par de tambores, de esta forma se facilita el mapeo audiomotor. Esto es muy similar al sistema usado por los bebés para la creación de estadísticas y patrones de lenguaje(1). El terapeuta introduce las palabras o frases en forma de canción mientras toca los tambores de forma acompasada. Este acto se realiza de manera muy estructurada y repetitiva. Esta respuesta positiva está relacionada -tal y como comentábamos al principio- con el interés y calidad empática del niño con autismo hacia la música, y convierte la terapia en algo agradable para el niño. El binomio canto-percusión activa las regiones cerebrales involucradas en los aspectos visuales, auditivos, motores y representaciones mentales de tales acciones. Esta involucración afecta al lóbulo temporal, las regiones frontal, posterior y media, las cuales se presume son las relacionadas con las neuronas espejo(2). La zona frontoparietal está relacionada con la parte motora, que según la teoría de las neuronas espejo, se activa no solo cuando ejecutamos la acción, sino cuando la vemos u oímos.
Basados en esta compleja interrelación, el uso de la terapia AMMT se vincula con la percepción de los sonidos con articulación oral (Palabras o frases) y la acción motora en sí necesaria para la articulación. De esta forma se fortalecen las relaciones entre las funciones anatómicas propias del habla y la auditiva que conecta con las regiones motoras del cerebro, facilitando así las habilidades de comunicación.
Existen en la literatura científica casos documentados sobre niños que adquirieron lenguaje tras una intervención similar, pero estos casos no estaban suficientemente bien documentados, y no se sabía con certeza si esta adquisición de lenguaje verbal era debida a la evolución propia de los niños o estaba directamente involucrada con este tipo de intervención.
Los niños objeto del estudio habían sido valorados mediante la prueba “Childhood Autism Rating Scale” (CARS) y habían recibido todos ellos terapia de lenguaje durante al menos 18 meses sin resultado alguno en la adquisición de un lenguaje mínimo funcional. Todos los participantes del estudio mostraron mejoras significativas tras las 40 sesiones. Presentándose el mayor avance en las primeras 15 sesiones y manteniéndose los logros adquiridos dos meses después de la finalización del estudio.
Características de los participantes del estudio
Y aunque tras las sesiones los niños habían iniciado la adquisición de lenguaje, ciertamente seguían presentado carencias en el mismo, pero su capacidad posterior para adquirir nuevas palabras aumentó, más si cabe que se partía de un nivel cero de lenguaje previo. Añadir que es una intervención de muy poco costo, ya que salvo una mesa, dos sillas, un par de tambores y el/la terapeuta no hace falta nada más.
Este estudio nos abre una nueva puerta para una mejora en la intervención dedicada a la adquisición de habilidades del lenguaje en niños con autismo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Los 5 “errores” más comunes que cometen los padres hoy

 Límites, autoridad, impaciencia, sí fácil y “amiguismo”. Los expertos alertan que el ejercicio pleno de la paternidad está en riesgo. Coinciden en que el “padre amigo” no cumple sus funciones. Entre el viejo autoritarismo y el exceso de concesiones. Las claves.
 
Por Mariana Iglesias
 
Les falta autoridad. Pierden la paciencia fácilmente. Son demasiado complacientes. No saben frenar las demandas. Confunden su rol al ponerse a la altura de sus hijos o considerarse sus amigos. Cada época tuvo sus padres con sus complicaciones particulares. Según los especialistas, a la nueva generación se le dificulta sostener el ejercicio pleno de la paternidad, entendida no sólo como el ser que ama y protege sino también como el adulto que pone las reglas y las hace cumplir.
El ser humano tiende a irse a los extremos. Después de generaciones de padres rígidos y distantes, ahora los más chicos están siendo criados por adultos a los que les cuesta horrores imponerse. Son papás que no quieren repetir viejos mandatos familiares y que además viven agobiados por las obligaciones cotidianas. Entonces no quieren ser los malos de la película el poco tiempo que comparten con sus hijos. El diálogo y la ternura son avances incuestionables para los chicos, pero permitirles todo y festejarles cualquier pavada tampoco es hacerles ningún favor. Sobra información y llueven los libros de crianza. Y aún así ¿por qué cuesta tanto ser padres hoy? Andrés Rascovsky, presidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), es tajante: “El padre complaciente y amigo no cumple sus funciones, y la función paterna es indispensable. El padre debe instalar la responsabilidad y los valores. Y es quien debe brindarse como modelo de identificación”.
Su colega, Ana Rozembaum, apoya: “Hay un ‘borramiento’ de las diferencias generacionales que complica las relaciones entre padres e hijos. En otros tiempos los padres ejercían un exceso de autoridad, casi un autoritarismo que dificultaba los vínculos. Pero si deponen excesiva y prematuramente su rol, la situación es caótica”.
Hoy se instaló un nuevo fantasma: no ser queridos por los hijos, y su consecuencia más evidente, que es hacer todo tipo de concesiones. “Eso impide el armado de categorías básicas como la de posible-imposible, permitido-prohibido o lícito-interdicto”(Rozembaum). La psicoanalista Graciela Faiman ahonda en la falta de límites: “El chico al que le dejan hacer cualquier cosa está desprotegido. Y si no encuentra amparo en su familia, lo busca afuera”. Claudia Amburgo (APA), elogia y pega: “Hoy los padres hablan, blanquean situaciones y son afectivos, pero son intolerantes y viven apurados”.
Algunos están haciendo todo lo contrario a lo que sus mayores hicieron con ellos, “pero ni una cosa ni la otra, pensemos en la gama de grises que hay en el medio”, propone María Esther de Palma, de la Fundación Familias y Parejas.
La periodista Flavia Tomaello escribió un libro sobre el tema: “Qué animales somos como padres”. El chiste responde a un best seller de una norteamericana hija de chinos: “Himno de batalla de la madre tigre”. Su teoría es que para que los hijos triunfen en este mundo ‘cruel’ y ‘competitivo’, hay que ser rígidos en su educación. Y Tomaello responde que ni tigres ni conejos: “Nos precedieron generaciones de padres adustos que priorizaron el orden al vínculo. Eran adultos con carencias de comunicación. Se fundaba la autoridad en la distancia, se criaba con ‘mano dura’ y sin oportunidad de debate. En respuesta llegó el modelo centrado en el vínculo. Nacieron las familias de padres amigos de sus hijos. La autoridad fue proscripta y el eje central de la crianza fue dar a los pequeños la libertad de encontrar sus propios límites. Ninguna de las dos experiencias es plena”.
Una de las consecuencias más visibles de la crianza actual es el consumo desmedido. Los chicos piden, piden y piden, a veces sin reparar siquiera en qué, lo importante es que mamá o papá compren. Y compran. Está claro que las empresas saben dónde apuntar. Lo que no está claro es por qué los adultos sucumben tan fácilmente. “Se mercantiliza el vínculo, supliendo el tiempo de atención que los padres deben dedicar a sus hijos a cambio de regalos que generan un patrón de intercambio donde los chicos reclaman cosas como forma de pedir atención y los padres se las dan como manera de suplir el tiempo y cubrir la culpa”, dice el economista Matías Tombolini. Su consejo no sólo es barato, es de puro sentido común: a los chicos hay que prestarles atención. Hay que sentarse en su cuarto a jugar a los autitos, a las muñecas o a cualquier cosa. “No hace falta estar dos horas, con quince minutos de toda nuestra atención se puede reconfigurar el sentido de los bienes, que deben ser entendidos como un medio y no como un fin en sí mismo”.
La psicóloga Marisa Russomando insta a recuperar el instinto: “Los niños desean y necesitan padres responsables y divertidos”.