jueves, 11 de noviembre de 2010

Bullying

El fenómeno del acoso escolar o bullying es también llamado intimidación, hostigamiento, matonaje o bravuconada, y, lamentablemente, se está convirtiendo en un tema acuciante de la realidad escolar en todo el mundo. Se trata, específicamente, del maltrato físico o verbal sistemático por parte de uno o más alumnos hacia otro joven o niño.

Con frecuencia algunos padres se muestran preocupados por el estilo de relaciones que establecen sus hijos o hijas con sus compañeros de colegio. Pero sea como fuere la vida relacional de los hijos, especialmente a partir de la preadolescencia (10 años) y hasta los 16 años, se nutre de unos profundos cambios e incertidumbres que pueden provocar malas relaciones y especialmente maltrato reiterado entre compañeros.

Aproximadamente uno de cada tres adolescentes entre 12 y 16 años se ve involucrado –ya sea como agresor o como víctima- en situaciones de abuso, cercanas a veces al maltrato grave. Sin embargo, los porcentajes de chicos y chicas que sufren o ejercen un maltrato grave -por su intensidad o por su duración- son drásticamente más bajos: del 2% al 4% de los jóvenes. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, la intervención será preventiva o para tratar incidentes de baja intensidad.

Se considera maltrato toda “acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u hostigamiento entre dos alumnos/as o entre un alumno/a y un grupo de compañeros - cosa que suele ser más frecuente - en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o agresores”.

El maltrato entre compañeros puede aparecer de formas muy diversas. No solamente se manifiesta a través de peleas o agresiones físicas, sino que con frecuencia se nutre de un conjunto de intimidaciones de diferente índole que dejan al agredido sin respuesta. Veamos algunas:

  • Intimidaciones verbales (insultos, motes, hablar mal de alguien, sembrar rumores,...)
  • Intimidaciones psicológicas (amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer)
  • Agresiones físicas, tanto directas (peleas, palizas o simplemente “collejas”) como indirectas (destrozo de materiales personales, pequeños hurtos,...)
  • Aislamiento social, bien impidiendo al joven participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.

A pesar de que cada caso de relación dañina entre adolescentes debe ser analizado en su singularidad y abordado desde la serenidad, prevaleciendo la imperiosa necesidad de detener el daño y restablecer un equilibrio de poder entre agresor(es) y víctima(s), existen no obstante ciertas claves que nos pueden facilitar la prevención, el análisis y la intervención en este tipo de hechos. Pretendemos aquí exponer dichas claves y establecer algunas pautas de actuación que nos ayuden a saber tratar los incidentes por maltrato entre chicos y chicas en edad escolar.

Recurso para el docente: http://iesocio.es/

(eSocio es un herramienta que evalúa las relaciones entre compañeros. Mide distintos indicadores sobre convivencia y métodos sociométricos. Utiliza las nuevas tecnologías, lo que permite la recogida de información de un modo eficaz.)

Ejemplo: http://www.elmundo.es/elmundosalud/documentos/2008/06/bullying.html

Más información: http://www.acosoescolar.info/

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