viernes, 14 de octubre de 2011

Educación / Prácticas laborales no rentadas

Las pasantías en la secundaria, un aprendizaje complementario

Las anunció el Gobierno; según los especialistas pueden ser muy positivas

Por Julieta Molina  | LA NACION
La publicación del decreto de necesidad y urgencia número 1374/2011, que reglamenta el Régimen General de Pasantías del Nivel de Educación Secundaria a nivel nacional parece merecer las mismas consideraciones de los especialistas en educación. Según pudo confirmar LA NACION, la medida puede ser muy beneficiosa para los estudiantes secundarios, pero debe prestarse especial atención a la forma en la que se implementan las distintas pasantías.
En un vacío normativo desde el 2008, cuando se derogó el decreto 340 de 1992, que regulaba las pasantías, las prácticas laborales en la escuela media no estaban reglamentadas. A partir del citado decreto, esta actividad quedó regulada a nivel nacional. Así, la norma define las pasantías como "la extensión orgánica de la educación secundaria en cualesquiera de sus orientaciones y modalidades, a empresas e instituciones, de carácter público o privado, para la realización por parte de los alumnos de prácticas relacionadas con su educación y formación, de acuerdo con la especialización que reciben, bajo organización, control y supervisión de la unidad educativa a la que pertenecen y formando parte indivisible de la propuesta curricular, durante un lapso determinado".
Además, se especifica la cantidad de tiempo que los alumnos podrán dedicar a la incipiente inserción en el mundo laboral: "Las pasantías durarán un máximo de seis meses, tendrán una actividad máxima de 20 horas reloj semanales y como mínimo durarán 100 horas reloj. Deberán realizarse durante los últimos dos años de la formación secundaria y requerirán que el pasante mantenga su condición de alumno regular".
Y, como contracara, se especifica la cantidad de pasantes que podrán tener las empresas que eventualmente desarrollen estos convenios: "Hasta cinco trabajadores, uno; entre seis y 10 trabajadores, dos pasantes; entre 11 y 25 trabajadores, tres; entre 26 y 40 trabajadores, cuatro pasantes; entre 41 y 50, cinco; más de 50 trabajadores, el 10% de pasantes".
El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, aseguró que "las pasantías están muy resguardadas; no hay modo de que detrás de ellas se esconda trabajo ilegal". Y precisó: "Tienen todos los derechos que tiene un trabajador, menos el salarial".
"Si pasa de ser un decreto a una ingeniería académica y se garantiza que van a tener un aprendizaje relevante, me parece bien, porque se insertan en un espacio de trabajo y entienden su lógica", detalló en diálogo con LA NACION Guillermina Tiramonti, investigadora del área de educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
"Hay chicos que no tienen contacto con el trabajo formal, con sus exigencias, porque no los rodea nadie que tenga relación con el mundo laboral formal. Allí pueden establecer relaciones y generar contactos, pero tiene que haber un criterio de aprendizaje que los enriquezca porque, obviamente, si los mandás a barrer la oficina, no sirve", prosiguió la especialista.
También se mostró de acuerdo con la medida la subsecretaria de educación porteña, Ana Ravaglia, quien explicó que el gobierno de la ciudad posee programas que desarrollan pasantías en la escuela media donde las prácticas son rentadas. "Es reconocer que en el mundo de hoy y en economías no desarrolladas al máximo, como la nuestra, se precisa pensar que muchos chicos saldrán de la escuela media a trabajar. Este tipo de prácticas no les quita tiempo de estudio, no es que van a ir a trabajar y dejan de estudiar. Esto favorece la profundización y recreación de lo que adquieren en el proceso formativo", explicó Ravaglia.

Respaldo empresario

Por su parte, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) emitió un comunicado en el que manifestó su "más pleno apoyo a la decisión del gobierno nacional de impulsar las pasantías educativas de estudiantes secundarios en empresas".
"Esto da un marco a las empresas y a las escuelas para realizar pasantías. A partir de aquí debe comenzarse un proceso donde cada empresa y escuela trabaje en el régimen de pasantías que desarrollará", dijo a LA NACION la coordinadora del área de educación de AEA, Cecilia Pasman.
"A partir de este decreto las provincias tendrán que adecuar sus normas a la nacional. Para participar en las pasantías, las empresas tienen que definir muchas cosas internas, como en qué área llevará a cabo sus tareas el pasante, quién será su tutor dentro de la empresa, cuál será el plan de formación del pasante, entre otras cuestiones", continuó Pasman.
Los estudiantes podrán inscribirse en este sistema de forma voluntaria para luego someterse a un proceso de selección que realizarán las distintas empresas.
"El proceso de selección ya es un aprendizaje para los chicos porque les sirve como ejercicio para entrevistas laborales futuras. Las prácticas profesionalizantes no reemplazan lo que aprenden en la currícula, lo complementan", concluyó Pasman.

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